La importancia de la historia clínica familiar en el alzhéimer
La proximidad a la edad en la que uno de los progenitores presentó los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer podría ayudar a la identificación temprana del riesgo de padecer la demencia.
Cuanto más se acerca la edad de una persona a los años que tenía su padre o madre cuando manifestó los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, mayor es la probabilidad de que su cerebro presente placas de amiloide, principal causa que se relaciona con el deterioro cognitivo asociado a dicha demencia. A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad MCGill tras analizar el líquido cefalorraquídeo y el cerebro de 101 personas sin alteraciones cognitivas y con antecedentes parentales de alzhéimer esporádico (con factores de riesgo). Según hallaron, la carga de amiloide beta aumentaba a medida que los probandos se acercaban a la edad que tenía su progenitor afectado al inicio de los síntomas. El estudio se publica en JAMA Neurology. «Un hombre de 60 años cuya madre desarrolló alzhéimer a la edad de 63 años tiene más probabilidades de presentar placas de amiloide en el cerebro que un hombre de 70 años y cuya madre desarrolló la enfermedad a los 85», ejemplifica Sylvia Villeneuve, autora principal del estudio. El equipo de científicos también descubrió que el impacto genético en la enfermedad es mayor de lo que se pensaba. «Al examinar los cambios del biomarcador amiloide en las muestras de líquido cefalorraquídeo de nuestros sujetos, observamos que el vínculo entre la edad de los padres y los depósitos de amiloide es más notable en las mujeres que en los hombres. Este vínculo también resulta más marcado en los portadores del gen ApoE4, el llamado "gen del Alzheimer"», continúa Villeneuve.
Hacia una detección más temprana de la demencia
Los científicos comprobaron los resultados obtenidos con los primeros probandos a través del estudio de una muestra de 128 individuos y otra de 135 sujetos. Mediante tomografía por emisión de positrones examinaron si presentaban placas de amiloide en sus respectivos cerebros, entre otras pruebas.
Estos resultados sugieren que la proximidad de la edad de una personas a la edad de inicio de los síntomas de los progentiores puede ayudar a estimar los cambios del biomarcador amiloide beta en mujeres o individuos asintomáticos portadores de APOE4 y con antecedentes parentales de alzhéimer esporádico. El estudio allana el camino para el desarrollo de métodos para la identificación temprana de personas con riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, señalan los autores.