Neurociencias y tecnología: aportes a la educación.
No hay duda que el avance de la tecnología y el nacimiento de la neurociencia se han conjugado hace unos años buscando instalarse fuertemente en los salones escolares de todo el mundo. ¿Acaso sólo se trata de una moda o han aparecido para quedarse?
Aportes de la tecnología y la neurociencia en la educación
Según los expertos en educación, tanto en Argentina como en varios países de América Latina, se evidencia una crisis en el campo educativo.
Facundo Manes, reconocido neurólogo y neurocientífico de nuestro país, afirma que esta crisis se manifiesta a partir de la falta de valoración del salario y el trabajo social tan relevante que ejercen los docentes.
Para Manes, la clave radica en preparar académicamente de manera constante a los maestros, ya que el éxito de la educación se debe en gran parte a la relación entre estos y sus alumnos, es decir, en el proceso de aprendizaje que implica las dos partes (docentes y alumnos), se halla la clave de una buena educación.
La revolución tecnológica llegó a la Argentina hace varias décadas y se instauró con fuerza en los últimos años. Los niños y adolescentes son parte activa de este fenómeno, ya que cada vez más se sumergen en el mundo de la tecnología, siendo ellos mismos, en muchos casos, los protagonistas de su proceso de aprendizaje.
Frente a esta situación, se debate acerca del rol de la escuela: si en la virtualidad los niños y niñas encuentran el conocimiento, ¿qué papel juega la educación escolar en ese proceso?, ¿aún es relevante la asistencia a la escuela para obtener aprendizaje?
Este postulado genera la obligación, a los actores principales del sistema educativo, de reflexionar acerca de las modificaciones en la metodología y sistema de formación escolar. Incluir tecnología en la enseñanza no se refiere solo a incorporar computadoras en los salones de clases, sino también a aprovechar los recursos de la informática para promover el incentivo y la creatividad de los alumnos.
El estudio: "Tecnología y pedagogía en las aulas", desarrollado por la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, revela que el avance tecnológico producirá cambios enormes en la educación, algunos de ellos son:
La masificación del acceso a Internet
Que permitirán digitalizar las aulas mediante el uso de libros digitales y otras herramientas virtuales.
Aparición de impresoras 3D
Los salones de clase incluirán esta herramienta, motivando y promoviendo la creatividad.
Espacios abiertos
Áreas que acerquen la experiencia directa de los alumnos con el aprendizaje.
Desde el punto de vista de las neurociencias, las investigaciones permiten comprender los procesos cognitivos como el aprendizaje, las emociones, la comprensión en la lectura, las diferentes memorias e inteligencias, entre otros.
La neurociencia debe ser un aporte más que aprovechen los maestros para impartir en las escuelas una mejor educación. Son ellos quienes conocen los tiempos, las costumbres, la cotidianidad que sucede en las aulas, con lo cual no es la neurociencia la que debe informar lo que se debe hacer, sino ser una herramienta más a las ya utilizadas, y que permita una transformación desde la reflexión conjunta por todo el personal involucrado en la política educativa de cualquier país.
La educación es un lazo que preserva la socialización y la permanencia de lo comunitario entre las personas. Es necesario adaptarse a los tiempos que corren, y las formas de enseñanzas no son la excepción a la regla.
Vivimos una contemporaneidad atravesada y ligada a los avances de la ciencia y la tecnología. Si las escuelas son capaces de adaptarse y combinar lo tradicional de ellas junto a las transformaciones técnicas y científicas, el éxito de la educación está asegurado.
En la misma oficina que usó René Favaloro durante 25 años, un grupo de estudiantes y cirujanos presentó su último logro: imprimieron 3D y a tamaño real el árbol bronquial de una paciente que tenía un tumor, la operaron y, gracias a una intervención más predecible, evitaron extirparle el órgano.
Un avance de científicos argentinos ayudará a acabar con la odisea diagnóstica que viven las familias de pacientes con enfermedades raras que, a nivel mundial, pasan en promedio más de cinco años y visitan a siete médicos especialistas hasta encontrar las causas de su condición.
Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes y del CONICET están experimentando con “cristales sónicos” que pueden entrar en sintonía con los instrumentos.